Ramallah ocupada, 26 de Junio de 2013  A propósito de la conmemoración del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, el caso de los casi 5.000 presos políticos palestinos en las cárceles israelíes es de especial importancia y patetismo.

Desde 1967, 73 detenidos palestinos han muerto por torturas a manos de los interrogadores israelíes.

La muerte más reciente fue la de Arafat Jaradat (de 30 años), que murió el 23 de febrero 2013 durante los interrogatorios israelíes. Según el jefe médico forense de la Autoridad Palestina, la muerte del Sr. Jaradat fue causada por un shock nervioso provocado por los fuertes dolores de las heridas infligidas por tortura directa y extrema». El Sr. Jaradat, padre de dos niños pequeños, estuvo detenido 7 días y murió durante un interrogatorio en un sector especial de la prisión de Megiddo.

 
Bajo la ley militar israelí un detenido palestino puede ser interrogado durante un periodo total de 90 días, durante el cual, él / ella, también puede tener prohibidas las visitas del abogado durante un período de 60 días. Durante el periodo de interrogatorios el detenido es frecuentemente objeto de alguna forma de trato cruel, inhumano o degradante, ya sea física o psicológicamente y extendido en extremo.

 Las formas de tortura y malos tratos empleadas contra los prisioneros palestinos son los siguientes: palizas, atar a los presos en «posturas muy estresantes», sesiones de interrogatorios de hasta 12 horas seguidas, privarlos del sueño y otras formas de privación sensorial; aislamiento y confinamiento en solitario y amenazas contra la vida de sus familiares. Las confesiones obtenidas por medio de estas prácticas son admitidas en los tribunales. Estas prácticas son una violación directa del derecho internacional, incluida la Convención contra la Tortura de Naciones Unida (CAT), ratificada por Israel el 3 de octubre de 1991, que exige que cualquier Estado Parte debe prevenir el uso de la tortura y las prácticas asociadas. La prohibición es absoluta e inderogable, y no se permite «ninguna circunstancia excepcional«.

 
De acuerdo con la investigación realizada por el Comité público contra la tortura en Israel, las 700 denuncias por tortura formuladas contra los interrogadores israelíes en los últimos 10 años se cerraron sin ninguna investigación criminal. Además, muchos palestinos que son torturados se niegan a presentar denuncias por la falta de confianza en el sistema. La administración penitenciaria de Israel muestra no sólo apatía por el bienestar de los palestinos, sino que actúa con total impunidad en la violación directa de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

Recientemente, el 7 de abril de 2013, los detenidos administrativos Ahmad Zahran (de 36 años) y Mahmoud Zahran (de 36 años) han detallado en el Tribunal militar de Ofer el trato de manos del Servicio de Prisiones de Israel.

 
En su testimonio ante el juez militar, el detenido Ahmad Zahran explicó que sufría constantemente de náuseas y agotamiento como resultado de la falta de sueño durante mucho tiempo y por la duración y dureza de los interrogatorios. Mahmoud Zahran explicó al juez que él también había sido objeto de técnicas de interrogatorio extremadamente duras por varios grupos de interrogadores, y que había estado atado a una silla durante horas a lo largo de un interrogatorio que soportó día y noche sin parar.
 
Ante esta evidencia abrumadora, el tribunal militar amplió la detención de los detenidos antes mencionados, dando cobertura legal al aparato de la policia de seguridad israelí en clara contravención de las normas del derecho internacional humanitario que prohíben la tortura y los tratos crueles e inhumanos. Decisiones como esta dan una apariencia de legitimidad jurídica y legal para el uso de la tortura por los servicios de seguridad israelíes, en contravención del artículo 71 de la IV Convención de Ginebra.
 
En este día que conmemora a las víctimas de tortura, es imperativo llamar la atención sobre la difícil situación de los casi 5.000 presos políticos palestinos y la tortura sistemática a la que están sometidos. Addameer de nuevo pide a Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU, que forme inmediatamente un comité de investigación para investigar la situación de todos los presos políticos palestinos, y en particular el uso sistemático de la tortura a la que son sometidos por los servicios de seguridad israelíes y el servicio de prisiones israelí.