Palestina, resistiendo a la ocupación.

Hasan Safadi, periodista y trabajador de Addameer, puesto en libertad de su Detención Admnistrativa

19 enero, 2018

07 de diciembre de 2017   Después de estar detenido sin ningún cargo durante un año y medio, Hasan Safadi, el coordinador de media de Addameer, ha sido liberado de su período de detención administrativa.   Hasan fue detenido inicialmente el 1 de mayo de 2016, en el puente de Karameh en la frontera con Jordania, mientras estaba volviendo de Túnez, donde participó a una conferencia de jóvenes árabes sobre Derechos Humanos.

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El apartheid del agua en Palestina

2 abril, 2014

La Autoridad Palestina del Agua se ve forzada a comprar a la Compañía israelí de Aguas la mitad del agua para uso doméstico Los quinientos mil colonos israelíes que habitan en Cisjordania usan seis veces más agua que los 2, 6 millones de palestinos que viven ahí El consumo de agua de los palestinos en Cisjordania es de entre 20 y 73 litros por persona al día, por debajo de los 100 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud       Ahmed Mawahra cultiva verduras y dátiles al norte del valle del río Jordán intentando sortear los problemas de acceso al agua. «Por la guerra de agua que Israel tiene contra nosotros hemos tenido que dejar de plantar la cosecha más común de la zona: bananas. Necesitan agua dulce y los israelíes no nos dejan coger agua dulce. El alto coste del agua nos obliga a dejar tierra sin plantar». Ahmed habla del control ejercido por la Compañía israelí de Aguas sobre el suministro en el territorio palestino ocupado.  Según la organización  B’tselem, el consumo de agua de los palestinos en Cisjordania es de 20-73 litros por persona al día, por debajo de los 100 litros/persona/día recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la dignidad humana. El consumo de los israelíes es de 183 litros por persona al día, así que el problema parece tener raíz en el reparto de agua de la única compañía proveedora, Mekorot la Compañía israelí de Aguas. Los quinientos mil colonos israelíes que habitan en Cisjordania usan seis veces más agua que los 2, 6 millones de palestinos que viven ahí. Además, en el año 2013 la construcción de asentamientos (ilegales ante la ley internacional)  ha aumentado un 123% Gráfico cedido por B’tselem sobre el consumo de agua en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza       28 de julio de 2010, las Naciones Unidas establecen el  Derecho al Agua como un derecho para todos los seres humanos, por encima de cualquier discriminación racial. Los palestinos comienzan a pensar que quizás sea el final de la apropiación de sus recursos hídricos, explotados ilegalmente por una entidad ocupante (Israel) que le niega el acceso libre a sus aguas desde 1967. Un colonialismo que, desvinculándose de la  ley humanitaria internacional, se hizo soberano de las aguas palestinas, de sus acuíferos (los cisjordanos y el gazatí) y de la parte correspondiente a Palestina del caudal del río Jordán. En 1982 las autoridades israelíes entregaban el control sobre las aguas del territorio palestino ocupado a Mekorot, la Compañía israelí de Aguas. Desde entonces, la Autoridad Palestina del Agua se ve forzada a comprar a Mekorot la mitad del agua para uso doméstico, cuando legalmente esta agua debería haber sido asignada a los palestinos en virtud de su participación en la ribera del sistema acuífero de Cisjordania.  «Mekorot reduce o corta temporalmente la poca agua que provee a los palestinos- explica Ghada Snunu de la organización palestina  EWASH.- Además, cuando los palestinos tienen agua corriente, por lo general, está unida al sistema de agua de los asentamientos israelíes, aunque con menor volumen y tuberías de menor diámetro. Los colonos suelen desconectar el agua que fluye a las aldeas […]

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Israel impone un ‘apartheid del agua’ contra palestinos

28 mayo, 2013

El régimen de Israel ha creado un «apartheid del agua» contra los palestinos, privándolos del agua para el uso doméstico, según una Organización No Gubernamental (ONG) palestina. 2013-04-11 12:41:59 / Fuente: HispanTV   El informe, publicado por la organización Al-Haq, con sede en Ramalá, revela un «acceso discriminatorio» a un suministro de agua que permite a 500 mil israelíes en la ocupada Cisjordania a recibir seis veces más el agua que los 2,6 millones de palestinos residentes en esta zona. El informe, titulado «El agua solo para uno: el acceso discriminatorio y el apartheid del agua en los territorios ocupados palestinos», explica cómo los asentamientos ilegales siguen desviando el agua a la compañía israelí de agua. El régimen de Tel Aviv está violando el derecho internacional humanitario, pues este régimen no tiene ningún derecho sobre los territorios ocupados ni sobre sus recursos naturales, agrega. Según el informe, el régimen de Israel se ha aprovechado ilegalmente de los recursos palestinos de agua en los territorios ocupados para beneficio exclusivo de las colonias israelíes. Al-Haq pide al régimen de Israel y a los terceros países a tomar inmediatas medidas para poner fin a la explotación y el saqueo de los recursos naturales palestinos así como diseñar cambios estructurales en el sistema de gestión de los recursos hídricos compartidos. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas, a su vez, ha criticado al régimen de Israel por continuar la destrucción de los recursos hídricos palestinos.  Fuente: HispanTV

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Prisioneras palestinas paren encadenadas

11 noviembre, 2012

Las mujeres palestinas prisioneras en Israel reciben un trato inhumano, a menudo se les niega asistencia médica, representación legal y son forzadas a vivir en condiciones miserables, incluso compartiendo celdas con roedores y cucarachas. Las violaciones de derechos y las condiciones a que hacen frente las mujeres en las cárceles israelíes requieren abordarse desde una perspectiva de género, según el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, sigla en inglés).   37 mujeres palestinas permanecen hoy prisioneras en cárceles israelíes, de un total de 7.500 encarcelados, principalmente por motivos políticos y, en su mayoría, miembros del Consejo Legislativo Palestino. Aproximadamente 10.000 mujeres han sido arrestadas o detenidas en cárceles y centros de detención israelíes desde 1967, entre más de 700.000 presos palestinos.   Fabrizia Falcione, responsable de derechos humanos de la mujer para el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), ahora parte de ONU-MUJER, dijo que es crucial revelar el rostro humano detrás de esta violación del derecho internacional y del derecho internacional humanitario, para abordar la difícil situación de los presos políticos palestinos, entre ellos las mujeres y niños.   Una entrevista en Viena de Mehru Jaffer, de Inter Press Service (IPS), a la funcionaria, publicada por The Electronic Intifada el 11 de marzo 2011, fue la 18ª noticia más censurada rescatada este año por Proyecto Censurado. La cantidad de mujeres prisioneras políticas es menor comparada con el número de hombres, pero su situación carcelaria en los presidios israelíes es peor que la de sus compatriotas varones.   El trabajo de Falcione incluye provisión de ayuda legal y representación a las prisioneras, apoyo psico-social a los familiares de los presos y preparación para la liberación y reinserción de los reclusos en la familia y la sociedad.   La urgencia absoluta de abordar específicamente los derechos de las mujeres detenidas fue planteada por Falcione, en la semana de la entrevista, durante una reunión internacional centrada en la situación de los presos políticos palestinos en cárceles israelíes, en el primer encuentro de esta clase organizado por Naciones Unidas.   Fabrizia Falcione: “Es mala la situación de las mujeres palestinas y los menores en centros de detención israelíes”, precisó Falcione. “En términos numéricos, las palestinas prisioneras políticas y detenidas en cárceles israelíes son menos que los cientos de miles de presos políticos palestinos varones. Sin embargo, su difícil situación como reclusas es peor que la de los hombres”.   “La situación, condición y violaciones que enfrentan las mujeres en las cárceles de Israel debe ser abordado desde una perspectiva de género. En la actualidad el número de mujeres encarceladas es considerablemente menor que antes, pero las mujeres y las niñas siguen siendo arrestadas, sus necesidades especiales se siguen descuidando y violando sus derechos”.   “Entre los problemas físicos y psicológicos que enfrentan las mujeres presas existen negligencia médica y falta de servicios médicos especializados en prevención y tratamiento de enfermedades propias de la mujer”, dijo Falcione. “Las presas en la actualidad se encuentran encarceladas principalmente en dos presidios israelíes, en Hasharon y Damon, situados fuera de los territorios ocupados [Cisjordania y […]

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Israel ahoga a los palestinos del Sur de Hebrón destruyendo sus pozos

2 septiembre, 2012

Israel destruye una media de cinco cisternas cada mes En Susia, su 320 habitantes viven con menos de 20 litros por persona al día En 2011 se derribaron 34 pozos, y en lo que va de 2012, alrededor de 40 Ana Cárdenes | Efe | Susia   A la falta de agua en las colinas del sur de Hebrón, en Cisjordania, se suma la demolición de cisternas por el Ejército israelí, que ahoga a unos residentes palestinos que viven con cinco veces menos agua que lo recomendado por la OMS y veinte menos que los judíos vecinos.   «Frente a las tres cisternas al mes que Israel demolió en 2011, este año están destruyendo una media de cinco al mes», explicó a Efe Ziyaad Lunat, portavoz de la organización Ewash, que agrupa a 30 ONG y organismos internacionales que trabajan en agua, saneamiento e higiene en los territorios palestinos ocupados.   Cada demolición de una cisterna es «una catástrofe humana» en la zona de las colinas del sur de Hebrón, el área con mayor escasez de agua en toda Cisjordania, afirma Lunat, que precisa que muchas veces estos pozos son «el único suministro» para todo un pueblo.   La ‘escasez inducida’ de Susia   La localidad de Susia es una de las más afectadas por lo que las ONG califican como «escasez inducida»: sus 320 habitantes viven con menos de veinte litros por persona al día -frente a los 100 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, una cantidad equivalente a la que se provee a los campos de refugiados en situaciones de emergencia.   Entre 1999 y 2001 el Ejército demolió la mayoría de las cisternas del pueblo e inutilizó algunas llenándolas de cemento y gravilla, según un informe de Amnistía Internacional, que afirma que más de la mitad de los habitantes de Susia se han ido en los últimos años huyendo de las duras condiciones de vida.   «Tenemos varios pozos de agua en Susia pero a muchos no nos deja acceder el Ejército y otros han sido destruidos por los soldados y los colonos», se lamenta Naser Nawaya, que denuncia que hace poco los militares también han destruido cuatro pozos en Amnier.   Nawaya explica que Susia tiene once pozos pequeños en uso, cuya agua es insuficiente, y otras 30 cisternas a las que les impiden acceder.»Si pudiéramos llegar a ellos tendríamos agua para toda la aldea», asegura.   El pasado febrero, el Ejército israelí destruyó en Susia dos cisternas, incluida una que databa de la época romana; en marzo demolió tres letrinas y, dos meses después, varias cisternas que estaban siendo reparadas por voluntarios internacionales. El pasado julio, los soldados confiscaron diez tanques de agua donados por una ONG.   Una cisterna, varias letrinas móviles, la escuela y la carretera que va a ella tienen órdenes de demolición pendientes.   Una práctica en aumento   Aunque especialmente grave, el caso de Susia no es único: según denuncia Ewash, la práctica de demoler infraestructuras sanitarias vitales va en aumento.   En 2009, el Ejército israelí demolió tres cisternas en el Área C de Cisjordania (bajo […]

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Los costes ambientales de la ocupación.

17 junio, 2012

El Estado de Israel lleva a cabo desde hace décadas una brutal ocupación de la Palestina histórica. Se ha escrito mucho sobre sus aspectos más cruentos: las miles de víctimas -10.000 personas asesinadas sólo en los últimos diez años-, la conculcación sistemática de los Derechos Humanos, el robo continuado de tierra palestina, la impunidad israelí y la complicidad internacional en este crimen contra la humanidad… Sin embargo, apenas se conocen los enormes costes ambientales que conlleva la ocupación. Se trata de unos costes que podrían calificarse como catastróficos, dadas sus gravísimas consecuencias, y cuya principal víctima es el pueblo palestino. La Palestina histórica es un territorio muy pequeño, de apenas 28.000 kilómetros cuadrados. Más de un tercio es zona desértica, la tierra fértil es muy poca y el agua es un recurso realmente escaso. Sobre esta exigua franja de tierra, la colonización israelí ha impuesto desde finales del siglo XIX la lógica sionista de conseguir el máximo de terreno con la menor población autóctona. El instrumento principal para lograr este objetivo ha sido –y continúa siendo- el traslado masivo de personas judías de todo el mundo para expulsar a la población palestina. El movimiento sionista ha instrumentalizado al colectivo judío, como denuncian muchos de sus integrantes. Aunque presentan su expansión territorial bajo la ecuación “somos mucha gente, necesitamos mucha tierra”, la realidad es la contraria: “quiero mucha tierra, traigo mucha gente”. Los principales traslados tuvieron lugar a finales del siglo XIX, en el periodo de entreguerras, en 1948 tras la partición de la Palestina histórica y en la década de los 90, con la llegada de casi un millón de personas de la Unión Soviética. Israel ha sobrepoblado de forma irresponsable un territorio cuyas características hacen que soporte un número muy limitado de habitantes. En la actualidad, 12 millones de personas pueblan Palestina, de las cuales seis millones y medio son israelíes y cinco millones y medio son palestinas. La Comunidad Valenciana, con una extensión similar, tiene cinco millones de habitantes y ya se considera muy poblada. El espacio para asentar a esta cantidad ingente de personas judías se ha logrado expulsando por la fuerza a la población originaria. Israel controla ya el 82% de la Palestina histórica. Cabe recordar que la adquisición de territorio mediante la fuerza esta taxativamente prohibida por la Convención de Ginebra. Esta expulsión sistemática ha originado que la población palestina viva hacinada y con unos gravísimos problemas sanitarios, sociales y medioambientales. El ejemplo más dramático es la Franja de Gaza, en la que millón y medio de personas se agolpa en apenas 360 kilómetros cuadrados. Gaza tiene la mayor densidad de población del mundo, con más de 4.200 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que la densidad del Estado de Israel es de 350 habitantes por kilómetro cuadrado. El ultradesarrollismo Israel colonizó Palestina mediante un programa ultradesarrollista que, además, fue utilizado como arma de propaganda. En el pasado siglo XX se acuñó la marca ‘el milagro israelí’, que había convertido el desierto en un vergel. La propaganda israelí contraponía este ‘milagro’ a unos indígenas subdesarrollados y primitivos que en 20 siglos apenas habían llegado a pastorear […]

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Israel destruyó el año pasado 59 obras financiadas por la UE en territorio palestino

15 mayo, 2012

Israel destruyó durante 2011 un total de 59 obras en territorio palestino levantadas con la financiación de la Unión Europea, según el recuento de la Comisión Europea, la ONU y activistas. En concreto, las autoridades israelíes destruyeron 22 depósitos de agua y 37 estructuras con fines residenciales o agrícolas.   Además, el Gobierno israelí ha ordenado la paralización de otras obras con financiación europea como 14 depósitos de agua, 34 instalaciones de saneamiento, ocho instalaciones de energía solar, dos escuelas y un dispensario, según un publica este lunes la web ‘EUobserver’.   Como ejemplo cita el 13 de febrero, cuando excavadoras israelíes dañaron un pozo antiguo de la localidad cisjordana de El Rahawia que estaba siendo reparado con fondos polacos. El pueblo, considerado «ilegal» por Israel, fue arrasado y sus 83 habitantes quedaron sin hogar.   Otros dos pozos, esta vez financiados por Francia, fueron destruidos por el Ejército israelí el 23 de abril en la zona de Hebron, lo que provocó una protesta formal del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.   En total, la Comisión Europea estima que Israel ha destruido en la última década infraestructuras valoradas en 49 millones de euros levantadas en los territorios palestinos ocupados con financiación europea.   «Los gobiernos europeos pueden asegurarse de que el dinero de sus ciudadanos se utiliza bien pidiendo al Gobierno de Israel que ponga fin a la demolición de proyectos de ayuda e infraestructuras civiles», señala un portavoz de Oxfam, Nishant Pandey. «El precio más alto lo pagan los hombres, mujeres y niños cuyos derechos se violan al verse privados del agua», denuncia la ONG Grupo de Palestino Hidrología a través de su portavoz, Ayman Rabi.   Sin embargo, la ONG Grupo de Trabajo sobre los Desplazados (DWG), que colabora con la ONU, denuncia que estos incidentes son sólo la punta del iceberg, ya que solo en los cuatro primeros meses de este año Israel ha destruido 267 estructuras palestinas en Jerusalén Este y Cisjordania. El año pasado fueron 622.   En cambio, las autoridades israelíes han legalizado unas 7.500 nuevas viviendas para colonos judíos y ha tolerado los ataques violentos de los colonos contra los palestinos, denuncia el DWG.

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”Nos comprometemos a tomar acciones solidarias con los Derechos Humanos Palestinos, incluido el Derecho Humano al Agua”

23 marzo, 2012

Foro Alternativo Mundial del Agua 2012 – La Declaración de Marsella   Palestina – Hace años que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictamina que Israel viola el Derecho Humano palestino al agua y a los servicios sanitarios, como parte de su revisión normal de la aplicación por parte de Israel de los tratados sobre Derechos Humanos ratificados por Israel.   En 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas han emitido resoluciones que, juntas, reafirman “que los gobiernos tienen la responsabilidad primordial para la realización de todos los Derechos Humanos, incluido el derecho al agua y a los servicios sanitarios”.   Sin embargo, las violaciones por parte de Israel del Derecho Humano al agua y a los servicios sanitarios no dejan de aumentar. Entre 2009 y 2001, Israel destruyó 57 cisternas de recogida de agua y 40 pozos cuya existencia es vital para los medio de vida de la población palestina [1]. La destrucción por parte de militares de las infraestructuras de agua palestinas constituye un crimen de guerra a la luz de la cuarta Convención de Ginebra.   EL consumo medio de agua por hogar palestino conectado con una red es menos de la mitad del mínimo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud [2] y la sexta parte del consumo medio de un hogar israelí [3]. Algunas de las familias más pobres gastan la mitad de sus ingresos en agua.   La obstrucción por parte de Israel al desarrollo de las infraestructuras de agua y servicios sanitarios palestinos ha impedido que los Palestinos pudieran producir cantidades de agua suplementarias acordadas como parte del “proceso de paz de Oslo”[4] y ha conducido a la fuerza los Palestinos a un estado de dependencia, teniendo ellos que comprar agua palestina a la empresa nacional de agua israelí Mekorot. Mekorot corta el suministro a las comunidades palestinas para mantener el servicio de suministro inalterado a las colonias israelíes de Cisjordania.   El muro ilegal israelí que pasa por tierra palestina reconocida a nivel internacional corta los Palestinos de muchas áreas que aportarían unos 90 millones de metros cúbicos suplementarios anuales. [5] Pueden comparar esta cantidad con el suministro de agua actual palestino para Cisjordania, que apenas alcanza los 180 millones de metros cúbicos, incluida el agua comprada a la compañía nacional de agua israelí.[6]   El bloqueo de Gaza impide la entrada de piezas sueltas, de materiales y de la energía necesaria par un funcionamiento cotidiano de las redes de agua y de aguas usadas, y obstruye el desarrollo muy necesario de estos sistemas. La Misión Internacional Independiente sobre el Establecimiento de los Hechos de Naciones Unidas en el conflicto de Gaza dictaminó que Israel apuntó y destruyó intencionalmente pozos, tuberías, instalaciones de agua usadas, cisternas de agua y la principal central eléctrica. [7] Más de 90% del agua producida por los pozos municipales en Gaza son inaptos para el consumo humano. Desde 2005, Israel ha dañado o destruido más de 300 pozos en una “zona tampón” impuesta unilateralmente por Israel dentro del territorio de Gaza.[8] Según la legislación […]

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Francia acusa a Israel de la apropiación ilegal de los recursos hídricos en Cisjordania

17 enero, 2012

  17 de enero 2012 Barak Ravid por Haaretz – 17 de enero 2012 www.haaretz.com/print-edition/news/france-accuses-israel-of-water-apartheid-in-west-bank-1.407685 Traducido al castellano por Sergio Escriche para SODePAZ   El Comité de Relaciones Exteriores del parlamento francés ha publicado un informe sin precedentes hace dos semanas acusando a Israel de la aplicación de «apartheid» en su política de asignación de los recursos hídricos de Cisjordania. «Unos 450.000 colonos israelíes en Cisjordania utilizan más agua que los 2,3 millones de palestinos que viven allí», dijo el informe. «En tiempos de sequía, en contradicción con el derecho internacional, los colonos tienen prioridad para el uso del agua.» La Embajada de Israel en París no tenía conocimiento previo del informe y por lo tanto les ha pillado desprevenido. Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores calificó el incidente como «un contratiempo diplomático serio». El informe afirma que el agua se ha convertido en «un arma al servicio de la  política de apartheid israelí» y da ejemplos y estadísticas que ratifican esta acusación. El autor del informe es el diputado socialista Jean Glavany, que en el pasado se desempeñó como ministro de Agricultura, bajo el primer ministro francés, Lionel Jospin, y como secretaria del gabinete del presidente Francois Mitterrand. El Comité de Asuntos Exteriores había asignado a Glavany un informe sobre el impacto geopolítico del agua en las zonas de conflicto en todo el mundo. Visitó Israel y los territorios ocupados palestinos del 17 al 19 de mayo del año pasado y se reunió con varios altos funcionarios gubernamentales, entre ellos el ministro de recursos energéticos e hídricos Uzi Landau y el comisionado para el agua Uri Shani. Tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores y la embajada en París estaban al tanto de la visita y estaban informados de la misión que Glavany iba a desempeñar. Por el contrario, el embajador israelí en Francia Yossi Gal desconocía el trabajo del diputado. Nadie en la embajada trató de obtener una copia del borrador del informe a fin de asegurar que sus conclusiones no fueran demasiado duras. Tampoco  los aliados de Israel en la Comisión de Asuntos Exteriores francesa fueron avisados para llamar a la moderación sobre el contenido del informe. La embajada fue consciente del informe cuando a los pocos días apareció en la página web del Parlamento francés, cuando se puso sobre la mesa del ministro europeo de relaciones exteriores en Jerusalén, que se enteró por una fuente externa, informó a la embajada. El informe afirma que el agua no se distribuye equitativamente a los palestinos de Cisjordania y que estos palestinos no tienen acceso a la tierra que está bajo los acuíferos subterráneos en su territorio. Glavany afirma que Israel estaba perpetrando una «ocupación del agua» en contra de la prolación palestina. «La expansión territorial de Israel es vista como una» ocupación del agua de ambos ríos y acuíferos «, dice el informe. También afirma que «el muro de separación construido por Israel le permite controlar el acceso a las fuentes de agua subterránea» y  «dirigir el flujo de agua hacia el oeste.» El informe acusó a Israel de «la destrucción sistemática de los pozos que fueron excavados por […]

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Israel ahora va por el agua y la electricidad

14 diciembre, 2011

Eva Bartlett IPS  para Rebelión    «El agua es vida, no es un juguete que se puede sacar porque sí», protestó Maher Najjar, subdirector general de la Empresa de Agua de las Municipalidades Costeras de Gaza, respecto de la amenaza de Israel de cortar la electricidad y otros servicios básicos en este territorio palestino. «Repercutirá en todo, el agua potable y la que se usa para lavar, el saneamiento, los hospitales, las escuelas y los niños y niñas», indicó Ahmed al-Amrain, jefe de información de la Autoridad de Recursos Nacionales y de Energía de Palestina.   La Compañía Eléctrica de Israel es responsable de 60 por ciento del consumo de la franja de Gaza, que paga la población gazatí a través de impuestos recaudados por autoridades israelíes.   Además, Gaza compra cinco por ciento de su consumo a Egipto y trata de cubrir el restante 35 por ciento con plantas solares, pese a que durante el bombardeo israelí de 2006 fueron destruidos seis de sus transformadores.   El 26 de noviembre el vicecanciller de Israel, Danny Ayalon, amenazó con cortar la energía eléctrica, el agua y las conexiones a la infraestructura de Gaza, que sirve a los 1,6 millones de habitantes de este territorio palestino.   «Este es el verdadero significado de castigo colectivo», indicó Jaber Wishah, subdirector del Centro Palestino de Derechos Humanos. «Niños, niñas, mujeres, ancianos, pacientes, estudiantes, todos son amenazados», añadió.   Tras las elecciones parlamentarias de 2006, en las que Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) obtuvo la mayoría, Israel sometió a Gaza a un asedio cada vez más estricto, privando a los palestinos de bienes esenciales y básicos, como animales de cría, medicamentos, maquinaria, repuestos y gasóleo para las centrales de generación eléctrica.   «Desde hace años, Israel corta sin cesar la electricidad y destruye infraestructura, pero esta es la primera vez que amenaza directamente con suspender todo», remarcó Wishah. «Es absurdo chantajear a la población por cuestiones políticas», añadió.   Además es ilegal.   Wishah y la organización israelí de derechos humanos Gisha, señalaron que Israel mantiene una ocupación militar y controla la franja de Gaza, pese al retiro en 2005 de colonos judíos y bases del ejército.   La legislación internacional estipula que el estado judío es responsable del bienestar de los gazatíes y debe garantizar la electricidad, el agua y el buen funcionamiento de la infraestructura, señaló Gisha.   Desde 2007, Israel limita el ingreso a Gaza de combustible y gasóleo industrial, lo que genera cortes de electricidad en todo el territorio de entre ocho y 12 horas y perturba los servicios de agua, saneamiento, salud y educación.   «Técnicos palestinos, y la compañía de electricidad israelí, pidieron al gobierno que reparara la línea principal que se dañó. Pero se negó», indicó Ahmed al-Amrain.   La falta de electricidad «obligará a las familias a comprar gasóleo para hacer funcionar pequeños generadores domésticos, propensos a causar accidentes graves y quemaduras», apuntó.   Más de 100 palestinos murieron en 2009 y el primer trimestre de 2010, según un informe de la organización humanitaria Oxfam, debido a incendios provocados por generadores domésticos y […]

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