GINEBRA. DPA, ANSA Y EFE – 01/02/13
Una comisión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas demandó ayer que Israel abandone las colonias que ha construido en territorios palestinos. El informe difundido en Ginebra, calificó esos asentamientos como parte de un “sistema de segregación”. Con el sistema de una zona residencial cerrada sólo para israelíes en los territorios ocupados palestinos “se infringe el derecho básico de autodeterminación”, expuso la comisión.
“En consonancia con el artículo 49 de la Convención de Ginebra, Israel tiene que detener todas sus actividades de construcción en los asentamientos sin requisitos”, dijo la directora de la comisión, la francesa Christine Chanet.
La política israelí respecto a los asentamientos va ligada con la expulsión de personas. Desde hace años, Israel es culpable de “discriminación sistemática y diaria del pueblo palestino”, añadió.
El encargo de que una comisión supervisara la política israelí en los asentamientos se acordó en marzo de 2012, durante la 19 asamblea del Consejo de Derechos Humanos. El organismo dijo que las colonias en los Territorios palestinos ocupados tienen como beneficiario único a los israelíes judíos y se mantienen mediante un sistema de segregación sostenido por un control militar “a costa de los derechos del pueblo palestino”, un caso que podría tratar el Tribunal Penal Internacional, denunció el informe. Al respecto, el Estatuto de Roma que instituyó el TPI afirma “que el hecho de transferir la propia población directamente o indirectamente a un territorio ocupado entre en la categoría de los crímenes del artículo 8, que son crímenes de guerra”, explicó la jueza Chanet.
Israel criticó el informe de “contraproducente”. Sólo las negociaciones directas sin requisitos pueden solucionar todos los problemas existentes entre Israel y los palestinos, señaló la delegación israelí de la ONU en Ginebra. La comisión también acusa a Israel de expulsar a pobladores palestinos de sus zonas de origen: “La intención tras esta violencia e intimidación con los palestinos consiste en expulsar a la población local de su tierra, para que los asentamientos se puedan ampliar”, explicó otro miembro de la comisión Unity Dow de Botswana.
A pesar de las críticas internacionales, Israel anunció en enero la construcción de unas 200 nuevas viviendas en dos colonias de Cisjordania, la región que de continuar el proceso podría llegar a dividirse.
El martes, Israel provocó revuelo en relación con su política en materia de asentamientos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU al ser el primer país miembro de la organización que boicotea una supervisión de la situación de los derechos humanos en su propio país, una supervisión que iba a hacer el gremio correspondiente de la ONU. Al parecer, representantes de Israel habían también realizado algunas preguntas sobre la política respecto a los asentamientos.
El gobierno en Tel Aviv suspendió en el segundo trimestre de 2012 la cooperación con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por considerarlo “partidista y carente de objetividad”. El reciente informe confirma esa postura, según indicaron las autoridades israelíes.
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